martes, 7 de abril de 2009

¿Sindicalismo revolucionario, o Cacareo en el gallinero?

Por Fructuoso Rodríguez Morales

El jueves 19 de febrero hubo en los locales de Intersindical Canaria una asamblea de delegados y posteriormente a las doce una concentración en la calle Tomé Cano, delante de las oficinas del INEM, pidiendo el cese de despidos laborales y que la “crisis la paguen los ricos”.

Al ojo del observador espontáneo el ver a los sindicalistas enarbolando las banderas reivindicativas (la tricolor con las sietes estrellas verdes), junto con la roja del socialismo y los sindicalistas de la CNT, podrá pensar que “algo gordo se está cosiendo”, pero si conoce el entramado y funcionamiento de ese sector llamado “sindicalismo nacionalista”, pronto deducirá que la magia no existe y que todo mago tiene su truco.

Lo que está ocurriendo realmente es que los acontecimientos son de una gravedad tal, que es imposible seguir permaneciendo en los despachos, y que simplemente por vergüenza hay que salir a la calle para la foto, ya que dudo mucho de la verdadera intencionalidad de lucha de dichas organizaciones.

“Esto es el preámbulo de la gran lucha que se avecina”, me comentaba un compañero, “·…iremos a por la huelga general”.

Bien, ya hace tiempo que necesitábamos la huelga general, pero ¿con que fin?, ¿con el fin de detener la sangría de despidos?, es una incongruencia ¿no?, es decir el sector está en crisis y hacemos una huelga… ¿para mejorarlo?, no me entra en la cabeza, algo falla.

Pensemos… ¿Qué está ocurriendo realmente?, bueno pues aunque me tilden de catastrofista lo que está ocurriendo es que el sistema se derrumba, así de simple; esto no es una crisis cíclica, ni de reestructural el sistema, es un derrumbe en toda regla, y ante un acontecimiento de esta envergadura ¿nos vamos a la calle para pedir que la crisis la paguen los ricos?,… ¡que ingenuidad!

Srs., el derrumbe es inevitable, el sector industrial está colapsado y es imposible su reconstrucción, por lo que los parados seguirán aumentado irremediablemente. Por lo que el acto de los sindicalistas del pasado jueves, si no se canaliza en una dirección con base real, amparado en lo que realmente está sucediendo, es un acto más de “hay que hacer ruido para que los afiliados crean que hacemos algo”. (O lo que es lo mismo “hay que cacarear lo más posible”).

¿Por qué es inevitable el derrumbe?, pues por lo que ya es un secreto a voces: hemos llegado al cenit del petróleo, y su precio real pronto estará por encima de los 100$ el barril. La sociedad industrial moderna es inviable a un barril a este precio, esto sumado a una economía de especulación, y de empobrecimiento de los países de los continentes al sur del ecuador, junto con la “avanzadísima economía de Neoliberalismo”, han provocado que se genere una deuda global, según algunas estimaciones de unos 750 billones de dólares, imposibles de pagar. Según algunos analistas financieros, EEUU se declarará insolvente en los meses del verano del 2009 y el modelo Bretton Woods, (dólar como moneda eje), se dará como finalizado.

El tsunami que estos acontecimientos van a provocar, serán de unas consecuencias difíciles de pronosticar, pero que no se evitarán sin duda alguna cacareando en el gallinero.La fragilidad de la economía canaria es evidente, y la verdadera lucha sindical está en organizar a la clase trabajadora para derribar de una vez este sistema capitalista (en el territorio donde vivimos y donde nos toca luchar, unidos a las luchas antisistema globales) y estructurar una verdadera revolución agraria que sea capaz de resistir el impacto que -no nos quepa duda-, vamos a recibir. Es imposible garantizar un puesto de trabajo a los miles y miles de despedidos, así como el subsidio de empleo garantice la estabilidad doméstica. La violencia estará a la orden del día y el túnel oscuro por el que vamos a pasar durará muchos más años de los que quisiéramos.

Los años venideros son de una inseguridad nunca antes alcanzada, y sin embargo la clase trabajadora mira a sus dirigentes sindicales y lo que ve son apoltronados en sus sillones, que llevan más de veinte años adormeciendo la lucha obrera, sindicalistas entregados al partido en el poder, y sindicalistas que prefieren poner mordazas en voces críticas que enfrentarse a dirigentes sindicales con alto poder de gobierno. Culpables, unos por acción y otros por omisión.

Pero lo triste es que hay que escachar la cabeza del que quiere denunciar para poder avanzar hacia un verdadero sindicalismo independentista, revolucionario y obrero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eminentemente no es una crisis ciclica, pero ¿verdaderamente es el final del capitalismo?. Ahora bien, hace unas horas se ha abierto el debate sobre el cambio del sistema monetario, lo cual me alegra mucho, ya que el sistema actual de valor del dinero es un absurdo al igual que su creacion y su reparticion.....bien, no hay duda que es LA CRISIS PERFECTA, es una crisis en lo social, en lo ecologico, en lo biologico, en las ideas, en lo politico, en la produccion, en la financiacion, en todos los niveles, ¿sera de verdad capaz el lumpen de cojer conciencia, conocimiento de una vez por todas? ¡ese es el verdadero final del capitalismo!, ¡de la explotacion!

El fin del capitalismo, puede ser que sea el fin de la fase suprema del capitalismo, el imperialismo, o el fin del imperio del dolar, la hegemonia del dolar que tanto mal a causado, pero el fin del capitalismo. No lo creo, el fin de la monopolisacion de los mercados de energia, si, el principio de la revolucion social a escala mundial, si; pero el fin del capitalismo no lo va ha provocar el agotamiento de un recurso natural. El capitalismo buscara otra manera. El fin de la especulacion salvaje, si, pero no de la especulacion directamente. El fin al capitalismo se lo tiene que dar parte de la sociedad, la parte obrera, pobre, exluida pero no vendra dentro del mismo sistema ni sera un paso espontaneo del capitalismo al socialismo/comunismo (cualquier sistema alternativo).

Saludos y felicitaciones por el exelente trabajo.