Cuatro de septiembre de 2009
Nos permitimos el atrevimiento de hablar por todas las mujeres y hombres que luchan insaciablemente por la vida, ya que no puede haber persona que crea en el ser humano y que no comparta nuestras reflexiones.
La paz, como objetivo histórico de todos los pueblos a lo largo de todos los espacios y tiempos, hoy día, más que nunca se ha vuelto la necesidad suprema. Es indispensable la verdadera paz y cooperación para que los pueblos del mundo salgan de forma conjunta del aparato auto-destructor que es el capitalismo global.
En este momento histórico conviene recordar al sacerdote y sociólogo de origen belga, Dominique Pire, quien nos aclaró que: “Existe una tentación extremadamente sutil y peligrosa de confundir la paz con la simple ausencia de guerra, como estar tentados de confundir la salud con la ausencia de enfermedad, o la libertad con el no estar preso. La terminología es a veces engañosa. Por ejemplo, la expresión “coexistencia pacífica” significa ausencia de guerra y no verdadera paz.” Nosotros añadimos que para lograr esta verdadera paz en cualquier parte del mundo no hacen falta aviones espía, C-17 o F- 111, radares o bases estadounidenses en Palanquero, porque sabemos que todo lo que se consigue con violencia únicamente se puede mantener con violencia. Lo que verdaderamente hace falta es voluntad y ganas de trabajar para erradicar las causas de la violencia.
Vemos con profundo dolor que Estados Unidos sigue y no ha abandonado su estrategia de guerra fría para imponer su hegemonía. Desde el año 1999 Colombia ha sustituido a Turquía como líder mundial en ayuda militar recibida de los Estados Unidos. Analizando el mapa geopolítico esto no nos sorprende. Pues un buque que sale desde el golfo de Omán hasta llegar a los puertos de Estados Unidos dura en su trayecto aproximadamente cuarenta y cinco días, más todos los peligros que esto incluye durante la trayectoria como por ejemplo la piratería. En cambio si sale desde la costa venezolana la duración del trayecto se reduce a cinco días, lo que traducido a las matemáticas significa que en el tiempo de espera de llegada de un buque que está saliendo de Arabia Saudí pueden llegar de cuatro a cinco buques desde la costa venezolana dependiendo de las condiciones marítimas. Pero esto no es la única razón por la cual los medios de comunicación nos quieren vender la mal llamada paz, sus marchas y sus demonios, aunque si la de mayor peso. Teniendo en cuenta que la faja del Orinoco es la mayor reserva mundial de crudo. Como si esto fuera poco, más al sur se encuentra la amazonia, reserva de genética mundial, y más hacia el sur aún, el rio de la plata, la inmensa reserva de agua del pueblo argentino que consta como la más grande en el mundo.
Una vez expuesto estos datos, todos nosotros, mujeres y hombres que hacemos uso de la razón, que conocemos el alcance del poder militar de Estados Unidos y recordamos la historia contemporánea. Cuando a pesar de todas las manifestaciones en contra de la guerra a nivel mundial, Estados Unidos y sus aliados invadieron sin el menor escrúpulo al pueblo iraquí. Mintiendo descaradamente que el régimen iraquí poseía armas de destrucción masiva, mintiendo al mundo que iba a llevar la democracia al pueblo iraquí, mintiendo como lo están haciendo ahora con respecto las bases militares en Colombia y las supuestas inherencias en “asuntos internos” de Venezuela hacia otros países. Pues nosotros, desde las Islas Canarias nos oponemos contundentemente a cualquier base militar en suelo de patria ajena y queremos reafirmar nuestro compromiso con la paz, la verdadera paz, entre vecinos, entre pueblos, entre hermanos y para el pueblo de Colombia. Terminamos con una reflexión de Antonio Fraguas: “La violencia es miedo de las ideas de los demás y poca fe en las propias.” Pues por la paz necesitamos verdadera democracia, libertad, igualdad y justicia.
Concentración Canarias con Venezuela:
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