jueves, 17 de septiembre de 2009

Respuesta a la carta abierta “Otra Canarias es posible” (Partido Comunista del Pueblo Canario)






Una iniciativa que desde la debilidad ideológica mantiene a nuestro pueblo a los pies del capital



No es la primera vez que desde determinados ámbitos difusos de la sociedad se lanza una bienintencionada propuesta para encaminar la situación de nuestro pueblo fuera de las cotas de miseria y desarticulación social a que la dominación caciquil-capitalista lo ha llevado.

Este tipo de llamamientos suelen contar con cierto apoyo de los medios de comunicación del sistema, viven un efímero ciclo de actualidad y luego desaparecen sin dejar más rastro. Sus protagonistas vuelven a sus rutinas de siempre sin pagar ningún precio por su estéril iniciativa, hasta la próxima “primavera”. Otra vez nos encontramos con la repetición de este fenómeno producto de nuestra desarticulada y desideologizada sociedad, y el papel que cierta clase media se autoasigna una y otra vez.

Un movimiento que tiene como condición previa la no aparición de partidos políticos, aunque muchos de sus protagonistas son votantes declarados del PSOE –“para que no gane la derecha”-, o de otras expresiones políticas del sistema capitalista (NC o CC).


En esta ocasión el movimiento bebe de las fuentes de Toni Negri y sus teorías del “movimiento de movimientos”, base teórica sobre la cual se liquidó a la izquierda italiana, y cuya última expresión es el fracasado Partido de la Izquierda de Walter Veltroni, con su réplica en el ascenso del neofascista gobierno Berlusconi y la desaparición de la representación comunista en el parlamento de ese país.

Este marco teórico desconoce las categorías del estado como elemento de violencia de la clase en el poder, niega el papel del mismo como legitimador necesario de la actual hegemonía e inventa la ciudadanía global como la gran categoría superadora de los marcos nacionales de opresión y represión; que no son otra cosa que los marcos nacionales de la revolución. Claro que la “carta abierta” no pasa más allá de la revolución burguesa –libertad, igualdad, fraternidad- e esconde todo lo que el movimiento obrero ha realizado desde sea fecha en el camino hacia su emancipación.

A esta formulación nihilista se suma la negación de los sujetos políticos históricos, y se sustituye a las clases oprimidas por la multitud. Extraña construcción social de Negri y Hart, unificada por el carácter superador del imperio –que no el imperialismo- y la ciudadanía global. Es esa multitud el nuevo sujeto histórico que niega la lucha de clases y la contradicción capital-trabajo y que unifica los intereses de sectores amplios de la sociedad en declaraciones bienintencionadas pero totalmente vacías de contenido
transformador.

El contenido de la carta no se sustenta sobre categorías anticapitalistas, sino de cambio de modelo energético o alimenticio –en última instancia cambio en el sistema pero no de sistema-, y mucho menos coloca en este contexto histórico la salida de la sociedad socialista como único marco superador de la presente crisis.

Estas formulaciones crean ilusiones de resolución de la opresión de nuestro pueblo en el marco político actual, desarman por tanto su capacidad de rebeldía frente a las brutales condiciones de explotación, y revalidan –quieran o no- la supremacía del bloque caciquil que controla y ejerce el poder.

Por todo ello no es posible aceptar este proceso como un marco de política de alianzas sustentado sobre un programa de mínimos. Cualquier acuerdo que tenga hoy esa aspiración no puede eludir la cuestión del carácter integral de la crisis del sistema capitalista y la necesidad de que la salida superadora será la sociedad socialista; ahí sí, con todas sus fases y alianzas -de carácter táctico y estratégico.

Tampoco es posible negar la necesidad de las organizaciones políticas del pueblo y de la clase para organizar el proceso de acumulación de fuerzas y para trazar la estrategia de la toma del poder. Esa actitud no es otra cosa que la aceptación de la derrota como premisa previa a la iniciativa tomada.

Por tanto entiéndase también este escrito como una propuesta de carácter unitario para organizar un proyecto por la defensa de los intereses de nuestro pueblo y de la clase obrera canaria. Un proyecto de futuro, de ruptura y de poder.

PARTIDO COMUNISTA DEL PUEBLO CANARIO
Septiembre, 2009.

No hay comentarios: