miércoles, 11 de junio de 2008

MANIFIESTO POR LA DEROGACIÓN DEL REGLAMENTO DE DISCIPLINA ACADÉMICA

"No sólo nos hacen sufrir los vivos, sino también los muertos" C. Marx

Hoy, cuando Rectores de toda Europa se estrechan las manos para converger en la llamada "sociedad del conocimiento", para hacer realidad su modelo de universidad del siglo XXI, dichas manos se echan al cuello de l@s estudiantes, de la crítica y del disenso para llevar a cabo su proyecto. Las muestras de rechazo por todo el orbe estudiantil a este proceso privatizador, escondido tras palabras grandilocuentes ("Espacio Europeo de Educación", "economía del conocimiento", "revolución pedagógica"), desde Grecia hasta Francia, pasando por el Estado español y Canarias, no han dejado de ser reprimidas ni un instante. Mientras Ministros, Rectores, empresarios y banqueros cantaban las loas a su nueva alianza, los caribinieri italianos, los mossos de escuadra catalanes o la gendarmería francesa expresaban con sus porras las muestras del interés que suscitan en los poderes públicos las críticas estudiantiles a todo este proceso. Ya en Sevilla, con el primer capítulo de la Convergencia Europea en el Estado español, la Ley Orgánica de Universidades, se descabezó a un movimiento estudiantil que desbordaba las expectativas de su Rectorado. Expulsados de la Universidad, contemplaron a sus mismos inquisidores, la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas, en cabeza de pancarta contra esa norma. Ahora, le ha tocado el turno a La Laguna. Este Rector, cuya primera intervención pública fue para expresar que no quería radicalismos en la Universidad, ha demostrado en todo este tiempo con su talante que en la Universidad sólo existe un radicalismo: el suyo propio. Y para ello, se vale de un recurso viejo, tan viejo como la humanidad misma: la represión. De los cacheos a la entrada de Claustro a estudiantes, ahora desempolva del olvido un manual de represión fascista para cortar de raíz la crítica a su Rectorado: el Reglamento de Disciplina Académica de 1954. Fecha en la que el Estado español todavía era rechazado por la propia Naciones Unidas por encarnar un régimen fascista, fecha de hambre y represión con la Ley contra el Bandidaje y el Terrorismo, de tribunales militares y de catedráticos nombrados a dedo por un régimen de sangre y fuego. 1954 es el año en el que el régimen elige ponerse "serio" con una oposición estudiantil incipiente que ya había salido tres años antes en Barcelona para apoyar la huelga de tranvías. Será con este Reglamento de 1954 con el que el Caudillo expulsará de la Universidad en 1956 a aquellos que gritaron "Ni en Hungría ni en España hay democracia", denunciando tanto la dictadura fascista como la invasión soviética a ese país. Y con el que, en 1965, expulsará a los profesores López Aranguren y García Calvo por participar en una marcha por la falta de libertad de asociación. O por el que, en 1969 en Barcelona, se expulsó a estudiantes que, como este año en La Laguna, acudieron al Rectorado para protestar contra un nuevo Rector. Al igual que entonces, en pleno Estado de Derecho, se nos aplica la misma normativa que a aquellos luchadores por la libertad. Y se nos aplica sólo a estudiantes, pues, parcialmente derogado por dos sentencias del Tribunal Supremo, docentes y personal de administración y servicios se guían por sus propios regímenes disciplinarios: hechos en época constitucional, con garantías como el principio de tipicidad de las conductas para que exista sanción, o como la irretroactividad de disposiciones sancionadoras no favorables. Regímenes sancionadores que, mejor o peor, han sido realizados con el acuerdo de sindicatos de trabajadores y la administración pública y que nada tiene que ver con el reglamento vetusto y franquista, que hace digna de sanción grave conductas tales como "manifestarse contra instituciones y principios del Estado", algo que va en contra de la propia Constitución de 1978 actualmente en vigor. Abogamos pues, por la derogación inmediata de este Reglamento fascista, para que pase a donde siempre debió estar: a las bibliotecas y archivos, para que nunca jamás salga de allí. Que los fantasmas del pasado no vengan más al presente para hipotecar el futuro.
DEROGACIÓN INMEDIATA DEL REGLAMENTO FASCISTA SOBRESEIMIENTO INMEDIATO DE TODOS LOS EXPEDIENTES DISCIPLINARIOS EN CURSO

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